Como ya te contaba hace unos días en mi cuenta de Instagram vuelvo a retomar el blog. He pasado unos meses alejada y sin dar señales de vida en las redes sociales porque tenía otros asuntos a los que dar prioridad y como ocurre en este tipo de ocasiones no podía con todo.
Al tratarse de un proyecto tan personal y en el que hay tanto amor detrás me negaba a no dedicarle todo el tiempo y el cariño que merece, por lo tanto, lo que he hecho, ha sido, tomarme un descanso para volver con las pilas bien cargadas y llena de nuevas ideas.
Confieso que en este tiempo he echado muchísimo en falta a Albahaca Fresca y todo lo que me ha aportado en estos dos años que lleva abierto. No te imaginas cuánto he disfrutado tomando estas fotos que ves ahora y pensando en la receta que iba a compartir contigo hoy.
Además, durante estos meses me ha hecho especial ilusión recibir mensajes de seguidoras del blog diciendo que me echaban de menos y recibir una calurosa bienvenida hace unos días a través de Instagram por parte de esas personas, a las que he conocido virtualmente, pero que de una forma u otra ya son parte de mi rutina. A pesar de que dicen que el mundo online es frío y superficial, yo siento una gran conexión con tanta gente que he conocido a través de internet gracias a Albahaca Fresca y que comparten una visión del mundo similar a la mía.
Por otro lado, en estos últimos meses mi vida ha dado un cambio importante en varios sentidos. En primer lugar de ubicación, he vuelto a vivir a Barcelona lo que me llena de alegría y he dejado la vida rural que tan bien me hizo los últimos años y de donde surge Albahaca Fresca con algo de nostalgia ¡Bienvenida sea esta nueva etapa!
Como simbolo de este cambio y forma de cerrar una fase y comenzar otra he querido hacer unas fotografías diferentes para este post pero que sigan llevando la esencia de mi trabajo, ya me contarás en los comentarios qué es lo que te parecen.
Ahora me centro en la receta que he escogido para compartir contigo en este regreso y que encontrarás al final del post. Se trata de una combinación que me encanta: la quinoa con pesto, una forma más de disfrutar de esta preparación mediterránea que tanto me gusta y tan versátil me parece. Además, éste tiene unos protagonistas muy especial, las hojas de rábano y las semillas de calabaza.
Por si no lo sabes, las hojas que descartamos de los vegetales se pueden consumir, perfectamente, tienen grandes propiedades, buen sabor y es una pena que no las utilicemos. Mis favoritas, sin duda, son las hojas de zanahoria que tienen un sabor increíblemente bueno. Sobre este tema tan interesante, ya ha hablado Picniquette en su sección para el Hervidero de Ideas, ofreciendo sabios y sabrosos consejos para aprovechar tantas cosas que descartamos en la cocina. De hecho, ella ya publicó un delicioso pesto con hojas de rabanos y pistachos.
Los rábanos tienen un sabor ácido y con un punto picante lo que le va genial con el sabor tan particular de la quinoa y que contrasta con la dulzura de esa joya del otoño que es la granada. Como la mayoría de las recetas que publico es muy fácil de hacer, no te tomará mucho tiempo y el color verde del pesto seguro que llena de energía tu día.
¿Te animas a probarla?
QUINOA CON PESTO DE HOJAS DE RABANITO Y GRANADA
Ingredientes para 4 personas:
1 taza de quinoa
2, 5 tazas de agua
10-15 rabanitos
2 puñados de semillas de calabaza
1/2 vaso de aceite de oliva extravirgen
1/2 granada
Sal
Lava la quinoa en agua antes de cocinarla, como explican aquí
Cocina el cereal en agua durante 15 minutos, las porciones son 2, 5 de agua por cada taza de cereal
Añade sal al gusto
Mientras se cocina la quinoa puedes preparar el pesto
Lava y corta los rábanos
En un procesador de comida coloca las hojas de estos, las semillas de calabaza y el aceite
Tritura hasta que tome una textura densa, añadiendo la parte que queda en los bordes
Una vez este listo reserva en la nevera hasta la hora de servir
Cuándo la quinoa este en su punto retira de la olla y deja que enfríe
Cuándo la quinoa esté suficientemente fría, traspasa a un bol, añade el pesto y mezcla muy bien
Después corta los rábanos en círculos y añade también
Desgrana la granada añade
Salpimenta al gusto, si lo ves necesario
¡Listo!
¡Extra!
Como estos últimos meses no he publicado nuevo contenido aquí te dejo algunas ideas para preparar en este final del otoño antes de entrar en la vorágine navideña:
Ensalada de Temporada: Súper fácil de hacer e ideal para disfrutar de las deliciosas frutas de la temporada. Te la recomiendo 100%
Veggie-Burgers de Kale y Remolacha: Sanas y muy fáciles de hacer también ¡No puedes dejar de probarlas!
Tarta de peras y chocolate: Una de mis favoritas y que preparé para el aniversario del blog.
Bizcocho de manzana vegano: Perfecto para que todos puedan disfrutar.
Bienvenida!
Me encanta la receta, las fotos y todo.
Espero que te adaptes bien a tu nueva vida.
Nunca hubiera pensado aprovechar las hojas de zanahorias, rábanos…pero tienes razón, se tira demasiado, así que vamos a probarlas.
Besos!
Hola Carmen,
Muchas gracias por pasarte por aqui y por tu comentario.
Pues síque se pueden aprovechar y además están deliciosas.
Un abrazo
Muchas gracias bonita! Me encanta que hayas vuelto y compartir tantas ideas juntas! Un abrazo!
De nada, guapa! Sabes que siempre es un placer compartir ideas contigo 🙂
Qué bien que hayas vuelto, ya te echaba de menos!
Gracias por esa receta que tiene una pinta bárbara
Abrazo
Kiki
Hola Kiki,
Muchas gracias!!
Un abrazo